Sindrome de abstinencia
- calupa
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Sindrome de abstinencia
Las pulgas saltan de perro en perro ; los piojos de cabeza en cabeza y los políticos de partido en partido.
En qué se parecen?
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Re: Sindrome de abstinencia
Hola Luis!!! Es tal cual!!!! jajaja ,,, como se extrañan esas tardecitas en el bañado!!! Un abrazo!!
- calupa
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- Registrado: Sab Ago 09, 2008 9:42 am
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Re: Sindrome de abstinencia
Sip, cacheteando mosquitos mientras esperás la pasada...
Recuerdo una vez que estaba en casa con un cólico renal, tenía 20 ó 21 años , mas o menos, hecho hilachas por los analgésicos y el cagazo, era sábado , aburrido del encierro decidí caminar un poco, di un par de vueltas a la manzana cuando ví en el puente del garage un torino blanco,auto desconocido...Llego y estaban el dueño del coche y un amigo entrañable, el Loro( quien luego de trasladarse a Baires se echó a perder y abandonó la caza de patos por los jabalíes ), al acercame me dice que venían a buscarme para ir a los crestones....Tras un NO inicial y un "no seas bol~#!@...VAMOS!" , entré a casa y agarré la caja de la escopeta y el bolso marinero, adentro tenía todo: ropa, cartuchos, cartuchera, presero, calzado extra y medias viejas, repelente, etc.) y partimos, automáticamente me olvidé del dolor, la fatiga, el embole....Llegamos al arrozal, entramos a una parte cosechada y elegimos donde esperar, a lo lejos se escuchaba una batalla infernal, indescriptible, pero donde estábamos no pasaba un pu.to pato, le empecé a tirar a algunas palomas y uno que otro crestón que venía entre las nubes y como un misil. Solo erraba, lpm!
Cuando ya el sol se había ido veo venir una yunta, se la distinguía bien contra el horizonte del poniente, clavo a uno de frente, cayó a unos pocos metros y voy a buscarlo, mie!#@, cuando me doy cuenta comienzan a pasar uno tras otro, muy bajo, y a tirarse en los claros de las huellas de las ruedas de las cosechadoras, yo no sabía a cual tirarle, hice ladrar a la semi como loca, luego dejó de recuperar, así que pasó a ser tiro y acerrojada, tiro y acerrojada, el dedo se despellejó de tanto darle manija. Había sido que estabamos en el dormidero, ya venían ciegos por la falta de luz , se tiraban a nuestro lado, hasta salpicando.
Nunca, jamás en la vida, he vuelto a ver tantos patos crestones como en esa temporada. Fueron tres o cuatro años en los que pareciera que todos los patos del mundo se congregaban en la zona, empollaban en el arrozal, a medida que las cosechadoras cerraban las melgas se ve+ian miles de pichones de todos tamaños asustados y sin saber qué hacer.Los maquinistas paraban para no matarlos. Venía gente desde Corrientes , contrataban a pibes de un pueblo cercano y les pagaban por pichón capturado, luego llevaban jaulas y mas jaulas hasta sus pagos, decían que los recriaban y vendían.
Pero hablo de cantidades inimaginables!!!! Todo lo que uno pueda pensar es poco.
Recuerdo una vez que estaba en casa con un cólico renal, tenía 20 ó 21 años , mas o menos, hecho hilachas por los analgésicos y el cagazo, era sábado , aburrido del encierro decidí caminar un poco, di un par de vueltas a la manzana cuando ví en el puente del garage un torino blanco,auto desconocido...Llego y estaban el dueño del coche y un amigo entrañable, el Loro( quien luego de trasladarse a Baires se echó a perder y abandonó la caza de patos por los jabalíes ), al acercame me dice que venían a buscarme para ir a los crestones....Tras un NO inicial y un "no seas bol~#!@...VAMOS!" , entré a casa y agarré la caja de la escopeta y el bolso marinero, adentro tenía todo: ropa, cartuchos, cartuchera, presero, calzado extra y medias viejas, repelente, etc.) y partimos, automáticamente me olvidé del dolor, la fatiga, el embole....Llegamos al arrozal, entramos a una parte cosechada y elegimos donde esperar, a lo lejos se escuchaba una batalla infernal, indescriptible, pero donde estábamos no pasaba un pu.to pato, le empecé a tirar a algunas palomas y uno que otro crestón que venía entre las nubes y como un misil. Solo erraba, lpm!
Cuando ya el sol se había ido veo venir una yunta, se la distinguía bien contra el horizonte del poniente, clavo a uno de frente, cayó a unos pocos metros y voy a buscarlo, mie!#@, cuando me doy cuenta comienzan a pasar uno tras otro, muy bajo, y a tirarse en los claros de las huellas de las ruedas de las cosechadoras, yo no sabía a cual tirarle, hice ladrar a la semi como loca, luego dejó de recuperar, así que pasó a ser tiro y acerrojada, tiro y acerrojada, el dedo se despellejó de tanto darle manija. Había sido que estabamos en el dormidero, ya venían ciegos por la falta de luz , se tiraban a nuestro lado, hasta salpicando.
Nunca, jamás en la vida, he vuelto a ver tantos patos crestones como en esa temporada. Fueron tres o cuatro años en los que pareciera que todos los patos del mundo se congregaban en la zona, empollaban en el arrozal, a medida que las cosechadoras cerraban las melgas se ve+ian miles de pichones de todos tamaños asustados y sin saber qué hacer.Los maquinistas paraban para no matarlos. Venía gente desde Corrientes , contrataban a pibes de un pueblo cercano y les pagaban por pichón capturado, luego llevaban jaulas y mas jaulas hasta sus pagos, decían que los recriaban y vendían.
Pero hablo de cantidades inimaginables!!!! Todo lo que uno pueda pensar es poco.
Las pulgas saltan de perro en perro ; los piojos de cabeza en cabeza y los políticos de partido en partido.
En qué se parecen?
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