
Los días de lluvia se convierten en una pesadilla a la hora de salir con nuestro perro a pasear: patas mojadas y sucias, pelo mojado, frío, … y cuando llegamos a casa, las sacudidas del perro nos vuelven locos.
Muchos propietarios deciden no salir los días de lluvia con el fin de evitar todos estos problemitas: si alguna vez te ha pasado te habrás dado cuenta del nivel de ansiedad que llega a desarrollar tu perro aunque no salga durante un día.
En efecto, no es nada aconsejable dejarlos en casa encerrados, privándole de su rutina diaria, sobretodo en aquellos perros de energía alta.
Tenés que respetar sus rutinas, llueva, truene, nieve o haga viento. Hay algunos recursos que podés tomar en cuenta para pasear un día de lluvia junto a tu perro:
Antes de salir de tu casa dejá preparada una toalla seca para poder secar a tu perro antes de ingresar al hogar.
Una vez en el interior, utiliza el secador para eliminar la humedad hasta dejar a tu perro completamente seco, con esta técnica, evitás que se produzcan resfriados o dermatitis.
Tené siempre a mano toallitas húmedas de bebé para limpiar las patas antes de secarlas con la toalla seca, de esta forma, tu toalla no se ensuciará y con esa misma suciedad sigas secando a tu perro empeorando la situación.
Aprovechá los días de lluvia para ir por zonas diferentes a las habituales: optá por suelos sin tierra y espacios cubiertos que estén más resguardados de la lluvia. ¡Disfruten paseo!
Fuente:DogRun