Etología Canina

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No cometas estos errores al adiestrar a un perro
Aunque no lo creas, estos errores son comunes en muchos dueños, especialmente en primerizos, que se dejan llevar por los consejos de algunos que se consideran expertos y que, como verás a continuación, para nada lo son. Esto es lo que nunca debes hacer a la hora de adiestrar a un perro:

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Gritos y castigos
No sabemos por qué aún existe la extendida creencia de que con gritos y castigos se consigue algo.

Bueno, lo cierto es que sí se consiguen cosas: que tu perro te tenga miedo y, si lo haces muy a menudo, es posible que hasta quiera defenderse de ti atacándote.

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Golpes
Pos supuesto, de más está decir que los golpes no están aceptados a la hora de adiestrar a un perro. Estos no logran más que lo contrario de lo que quieras conseguir, pues no se creará un vínculo entre vosotros y, por tanto, tu mascota no te hará caso.

Por otro lado, los golpes podrían dejar secuelas físicas y mentales en el animal que luego no podrás remediar. ¿Y para qué tener un animal y tratarlo mal? No tiene sentido.

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No usar el refuerzo positivo
Se ha demostrado de todas las maneras que el refuerzo positivo es lo que mejor funciona a la hora de adiestrar a un perro. Hablar con cariño y premiar a tu perro cuando aprenda una orden, o haga lo que quieras, es la mejor manera de crear un vínculo con él: podréis entenderos y tener una relación dueño-mascota basada en el respeto. Lo que todos queremos, sin importar qué especie seamos.

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Trabajar con el perro sin correa
La correa es un buen instrumento a la hora de adiestrar a un perro, ya que esta permite mostrar a tu mascota por dónde quieres que vaya y qué deseas conseguir de él. Tienes que aprender bien los movimientos de la correa para no usarla haciéndole daño al animal.

Es importante este gesto, como el hecho de usarla. Si no lo haces desde el principio, difícilmente podrás corregirlo cuando haga algo mal, especialmente cuando estáis en la calle.

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Humanizarlo
Hay quienes hablan con su perro cuando, por ejemplo, este no obedece o no entiende una orden. Pues bien, esto es un error muy común que no hace más que darle a tu mascota un lugar que no le pertenece.

Recuerda que es un animal, por lo que no razona, ni piensa, ni puedes hacerle entender lo que quieres con una conversación. Por otro lado, debes aprender a darle órdenes con palabras cortas, e intentar que las relacione con el acto que quieres lograr de él.

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No escoger el tiempo
Cuando hablamos de escoger el tiempo, nos referimos primero a no saber cuándo regañar o premiar al perro. Hay muchas personas que hacen esto tarde y, como consecuencia, el animal no aprende nada, pues no puede relacionar un hecho con el regaño o la recompensa.

Por otro lado, debes saber escoger el tiempo en el que hacer el entrenamiento. Si el perro no ha comido, estará ansioso por hacerlo. Si acaba de comer, es posible que quiera salir y luego dormir un poco. Lo mejor es hacerlo por la mañana o por la tarde, cuando hay un ambiente relajado, pero no tanto como para dormirse.

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Hacer sesiones largas
A veces menos es más. Los perros no tienen mucho poder de concentración, por lo que se recomienda hacer sesiones cortas. No significa que solo debas hacer una al día, pero quizá podéis estar 10 minutos, parar media hora y hacer otros 10 minutos.

Las sesiones cortas le dejarán una idea clara en la cabeza y la aprenderá para siempre. El animal no se cansará y estará más receptivo para la próxima sesión.

¿Ya has tomado buena nota de todos estos consejos? Estamos seguros de que, si los pones en práctica, podrás adiestrar a un perro de la manera correcta. ¡Pruébalo!


Mis Animales

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¿Por qué mi perro mueve la pata cuando le rasco?



Por Eduarda Piamore, Técnica en psicología, educación y adiestramiento canino y felino.

Actualizado: 14 enero 2019

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A todos nosotros, amantes y tutores de perros, nos encanta proporcionar varios mimos, masajes y caricias a nuestros mejores amigos, ¿cierto? Pero eventualmente, nos sorprendemos por percibir que, al acariciarlos en algunas zonas, como su panza o su lomo, nuestros peludos empiezan a mover su pata involuntariamente, como si tocaran una guitarra en el aire o patearan a la mismísima nada.

Probablemente, también ya has vivido esta experiencia y te haces preguntas como "¿por qué mi perro mueve la pata cuando le rasco la panza?", "¿por qué mi perro mueve la pata involuntariamente?", o "¿pueden los perros sentir cosquillas?".

Te explicaremos qué significa cuando rascas a tu perro y mueve la pata de esta forma entenderás mejor el lenguaje y la comunicación de los perros. También te daremos algunos tips para relajar a tu perro con tus caricias, tocándolo en sus zonas favoritas.

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¿Por qué mi perro mueve la pata cuando le rasco la panza?
Este comportamiento tan común en los perros es conocido como "reflejo de rascado" (scratch reflex) y suele aparecer cuando rascamos detrás de sus orejas y, en especial, si rascamos su panza. Se trata de una reacción involuntaria, es decir, tu perro no tira esas "pataditas al aire" porque quiere, sino porque su cerebro envía esta orden automáticamente al percibir algún estímulo extraño en estas regiones particularmente vulnerables.

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En la naturaleza, los animales suelen entrar en contacto fácilmente con parásitos, insectos, pequeños residuos (como ramitas, hojas, espigas, etc.) y suciedades, que pueden pegarse a su pelo y piel, generando una sensación de cosquilleo o incómodo. Al detectar la presencia de algún cuerpo o estímulo extraño en estas regiones más sensibles, las terminaciones nerviosas presentes en su piel envían un mensaje a su cerebro, que inmediatamente envía el orden para activar el "reflejo de rascado". De esta manera, se evita que se adhieran a su piel cuerpos extraños que pueden llegar a provocar heridas, daños, enfermedades o alergias en los perros.

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Por esta razón, cuando acariciamos o rascamos nuestros perros en zonas sensibles donde se concentra una gran cantidad de terminaciones nerviosas, vemos cómo empieza a mover su pata de forma involuntaria, como si tirara patadas a la nada o rascara el aire.

Lógicamente, no debemos confundir este acto reflejo con el rascado excesivo provocado por una comezón o picazón. En el reflejo por rascado, vemos que el impulso de rascarse empieza cuando hacemos alguna caricia o rascamos a nuestro perro en una región sensible, y suele terminar inmediatamente que interrumpimos nuestros movimientos.

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Ya el rascado que trata de terminar con un picor suele ser realizado de forma continua o frecuente, y casi siempre es más intenso. Además, observamos que el can suele mostrarse molesto, irritado o estresado cuando es afectado por una comezón, mientras su postura al recibir caricias de sus familiares probablemente será de placer y relajación.

Si observas que tu perro o cachorro no para de rascarse, te recomendamos revisar su cuerpo para percibir la presencia de parásitos, picaduras de insectos o síntomas de alguna alergia o dermatitis. Tras ello, lo más aconsejable será acudir al veterinario para verificar su estado de salud y establecer un tratamiento adecuado para aliviar la picazón y eliminar su causa.

Si aún no sabes de qué te hablamos, no te pierdas el siguiente vídeo:

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¿Debo dejar de rascar a mi perro si mueve la pata involuntariamente?
Depende. A algunos perros no les resulta agradable el rascado en determinadas zonas del cuerpo, ya que provocan un estímulo constante de sus terminaciones nerviosas, provocando algo similar a las cosquillas que sentimos los seres humanos. Al igual que sucede con las personas, algunos perros pueden sentirse molestos con esta sensación, mientras otros parecen disfrutarla en compañía de sus seres queridos.

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Para saber si debes o no acariciar a tu perro en zonas sensibles de su cuerpo, necesitarás estar atento a su lenguaje corporal mientras lo acaricias, observando sus expresiones y reacciones a tus manipulaciones en cada una de estas regiones. Recuerda que conocer las posturas de los perros y sus significados, así como estar atento a su comportamiento en el día a día, es esencial para construir y preservar un vínculo positivo con tu mejor amigo.

Si observas que tu perro se muestra relajado y disfruta de tus mimos, puedes seguir compartiendo este buen momento con tu mejor amigo. Pero si detectas señales de enfado o incomodidad, debes respetarlo y dejar de tocarlo inmediatamente en las regiones que no son de su agrado.

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¿Dónde rascar a un perro para relajarlo?
Así como a nosotros, a los perros les encanta recibir caricias de sus seres queridos y disfrutar un momento de paz y relajación junto a ellos. Aunque tengan mucha energía para gastar jugando y paseando, también son fanáticos de las buenas siestas y una buena calidad de sueño es esencial para su buena salud.

Sin te preguntas cómo y dónde acariciar a tu perro para que se relaje, lo primero que debes hacer es evitar hacerle cosquillas, estrujones, palmadas o apretones. Este momento de calma pide caricias suaves, movimientos lentos y mucha tranquilidad al tocar a tu mejor amigo. Lo ideal es usar las yemas de tus dedos y la palma de tu mano para aplicar un masaje relajante o simplemente acariciar levemente su cuerpo.

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Como hemos mencionado, lo ideal es que tomes tu tiempo para descubrir tú mismo cuales son las regiones favoritas de tu perro, acariciándolo poco a poco y observando sus reacciones a cada toque. También es importante elegir el momento adecuado para acariciarlo y maximizar la acción relajante de tus masajes. Lo ideal es siempre hacerlo después de ejercitar a tu perro, cuando él ya haya gastado energía y liberado tensión, para disfrutar plenamente tus caricias.

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Cómo educar a un pitbull


Mis Animales
Virginia Duque Mirón


Aunque algunos los consideran violentos, si desde pequeños reciben un correcto adiestramiento pueden llegar a ser, además de pacíficos, protectores y muy cariñosos; catalogada como un Perro Potencialmente Peligroso (PPP), hay que incidir sobremanera en su aprendizaje

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Los pitbull han cogido la mala fama de ser agresivos. Esto se debe a que son perros que debido a su genética y a su pasado necesitan ser adiestrados de manera especial. Si estás pensando en adoptar una mascota y esta es una raza que te atrae, te damos los tips que necesitas para educar a un pitbull.

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Lo que tienes que saber sobre cómo educar a un pitbull
Lo primero que tienes que saber es que un pitbull, como cualquier otro perro, debe ser educado desde que es cachorro. Si adoptas uno mayor y este no ha sido bien entrenado, será muy difícil desarraigar malas costumbres. Lo mejor es adoptar un cachorro que puedas moldear según tus necesidades.

Estos son los pasos a tener en cuenta:

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Dale un lugar en la casa
Desde que es un cachorro, es importante que el pitbull tenga un lugar en la casa que sea solo suyo.

Esto permitiera que se sienta integrado, parte de algo y por supuesto querido y respetado, siempre que no le invadamos su espacio.

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Este lugar debe ser un refugio en el que esconderse de lo que le dé miedo, así como un lugar en el que descansar. Deberá tener una buena iluminación y clima y nunca deberá ser un sitio aislado del resto de la familia. Por tanto, deberás escoger un lugar en el que más tiempo paséis todos. Será la mejor forma de que se acostumbre a la presencia tranquila de las personas.

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Socialízalo
La socialización es un paso muy importante en el desarrollo y crecimiento de cualquier perro. Debes permitir que esté con otros canes. Deja que las personas que lleguen a tu casa lo cojan y jueguen con él. No lo frenes si quiere jugar con otras mascotas.

Si tus amigos tienen mascotas y no les importa, podrías llevar a tu perro y que así se acostumbre a estar con otros animales.

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Enséñale cuándo comer
Para educar a un pitbull es importante marcar reglas claras en la convivencia y en sus horarios. Debe saber que comerá solo cuando tú le dejes. Este momento debería ser después de que haya comido toda la familia.

Mientras coméis, él deberá permanecer en su sitio, alejado de la mesa, y no debes permitirle que moleste a los comensales pidiendo comida. Ponle comida solo cuando sea su hora y retira el comedero cuando haya terminado. Aun si no lo come todo, no debes dejarlo en el suelo.