Cinco Mejores Órdenes básicas para Perros

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Sedentarismo
Igual que nosotros debemos permanecer motivados para continuar enseñando a nuestros perros, ellos también necesitan sentirse bien para mantener el interés y centrarse en el adiestramiento.

Si tu perro no hace todo el ejercicio que debería y fomentas el sedentarismo, seguro que acabaras con un perro estresado y ansioso, ya que tiene muchísima energía acumulada. Esto hace que se termine volviendo ruidoso, hiperactivo dentro de casa e incluso agresivo. Además, no atenderá a las lecciones de adiestramiento, porque el estrés le impedirá centrarse.

Un perro estable y feliz es mucho más fácil de educar. Un buen adiestramiento comienza por la práctica diaria de ejercicio.

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Malos hábitos de alimentación
La inmensa mayoría de dueños de mascotas tienen la costumbre de darles de su comida. Comida cocinada, condimentada, con grasas que el perro ni necesita ni puede digerir de forma correcta. Creen que no pasa nada porque “sólo le dan un poquito”; si tú tienes costumbre de hacerlo, párate a pensar: ¿cuántos “poquitos” le das cada día? Todos esos poquitos de comida para humanos, ingeridos de forma continua, se convierten en un peligro potencial para la salud de los perros.

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La obesidad, diabetes y otros problemas están directamente relacionados con unos hábitos incorrectos de alimentación. Además de ser insano, transmite al perro unos valores que no son compatibles con el adiestramiento canino. ¡Algunos incluso le tiran comida desde la mesa! Y luego se sorprenden cuando el perro se pone sobre dos patas para robarles comida… Es el resultado de unos hábitos incorrectos, de una falta de disciplina y educación hacia el perro.

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Enseña a tu perro a comer los alimentos apropiados para él y nunca le des de tu plato; sentirá que él es el líder de la manada y puede comer de tu comida cuando le apetezca. Cada uno tiene su lugar y su comida.

¿Sabías que los principales problemas que surgen en el adiestramiento canino se deben a fallos en estos tres pilares?


Fuente:Wakyma

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Cómo enseñar a un perro sordo los comandos básicos


El entrenamiento de un perro sordo es difícil y requiere paciencia, pero puede ser gratificante no solo para el dueño, sino porque también mejora la vida de la mascota.

1. La enseñanza del comando “abajo”

• Comenzar con el perro en la posición de sentado.

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• Doblar el brazo (en un ángulo de 90 grados) con la mano abierta y la palma hacia abajo y luego bajar lentamente la mano hacia abajo.

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• Mantener una buena comida que huela al lado de la nariz del perro y la boca al mismo tiempo que se da la orden y se hace el movimiento anterior.

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• Mantener la comida cerca de la nariz de la mascota y poco a poco llevarla hasta el suelo entre sus piernas. Esto debería atraer al perro a la posición de abajo.

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• Darle la golosina y muchos elogios cuando el truco se realice.

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1. La enseñanza del comando “Ven”
• Iniciar en el interior de la casa y empezar a trabajar en una distancia muy corta (unos pocos metros).

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• Conseguir su atención, usa un collar localizador o espera hasta que tu mascota te note.

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• Mostrar una golosina cuando el perro mire y darle la señal con la mano para que se aproxime extendiendo el brazo derecho hacia arriba.

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• Premiarlo cuando venga.

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2. La enseñanza del comando “Siéntate”

• Doblar el brazo (en un ángulo de 90 grados) con la mano abierta y la palma hacia arriba, luego bajar lentamente la palma de la mano hacia el hombro.

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• Mantener una buena comida con olor al lado de la nariz del perro y la boca al mismo tiempo que se da la orden.

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• Mantener la comida cerca de la nariz del perro y poco a poco llevarla sobre su cabeza. El procedimiento llevará al perro hasta la posición de sentado.

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• Dejar que mordisquee la comida si lo desea pero manteniéndola bien apretada para atraerlo a la posición correcta.

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• Darle la comida y tratar al instante de que el perro se siente y alabarlo con caricias y poner una cara feliz.

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• Animar a la mascota con golosinas, así como con el refuerzo visual y sensorial de que no se quiere que se dé por vencido si no está haciendo bien el movimiento.

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Consejos y advertencias

• La primera vez que se enseña este comando se comienza con la mano al nivel del perro o justo por encima de su cabeza.

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• “Abajo” es un comportamiento difícil de enseñar a algunos perros ya que es la posición más vulnerable en que puede estar. Hay que ser paciente e intentarlo una y otra vez hasta que salga bien.

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• Si se piensa que el perro se ha olvidado de un comportamiento en particular, probablemente no lo sabía bien, por lo cual hay que volver a enseñárselo desde el principio.

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• Evitar enojarse, sacudir, golpear o empujar a la mascota por un comportamiento no deseado.

En su lugar se ignora y se centra en premiarle por la conducta que se desea.



Fuente:PERROSPEDIA

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Cómo educar un perro
13 métodos:

Preparación para educar a un perro

Aplicar los principios generales para el entrenamiento

Enseñarle a que camine junto a ti

Enseñarle a que vaya hacia ti

Enseñarle a escuchar

Enseñarle a sentarseEnseñarle a acostarse

Enseñarle a esperar en la puerta

Enseñarle comportamientos alimenticios positivos

Enseñarle las órdenes para tomar y soltar algo

Enseñarle a pararse

Enseñarle a “hablar”

Enseñarle a entrar a su jaula

¿Piensas traer un perro nuevo a tu vida? ¿Preferirías que tu perro actual se comportara mejor? ¿Te gustaría educar a tu perro para que satisfaga tus necesidades en lugar de que satisfaga las suyas propias? El mejor método es acudir a clases para perros impartidas por un entrenador profesional, pero no están al alcance de todos. Los siguientes consejos son un buen inicio para educar a tu compañero canino. Existen muchas filosofías y métodos para educar a un perro, por eso debes informarte y aprender lo que funciona para ti y tu mascota.[1] Independientemente de qué método emplees para entrenar a tu perro, establecer una buena relación con él es fundamental para que el entrenamiento sea efectivo.

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Método
1
Preparación para educar a un perro

1
Elige a un perro que se ajuste a tu estilo de vida. Después de siglos de crianza, el perro moderno es una de las especies más variadas de animales en el planeta. Si bien es probable que haya un perro para cada estilo de vida, no todos ellos encajarán con tus necesidades específicas. Por ejemplo, si te gusta relajarte, no adquieras un Jack Russell terrier, conocido por su ladrido constante y su gran energía.[2] En su lugar, tal vez sea mejor un bulldog que prefiere más acurrucarse en el sofá durante todo el día.[3] Infórmate sobre las personalidades y los requisitos de cuidado para diversas razas. Pregúntales a los dueños de perros acerca de la personalidad de las razas. Las razas mezcladas también son alternativas excelentes, pues tienen personalidades de varias razas que podrían ser de tu interés.

Dado que la mayoría de los perros viven de 10 a 15 años, tener uno es un compromiso a largo plazo. Asegúrate de que el carácter de la raza encaje con tu estilo de vida.

Si aún no has formado una familia, piensa en si tendrás niños pequeños en la casa durante la próxima década. Algunas razas no son recomendables para los hogares con niños.

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2
No adquieras un perro hiperactivo. Sé honesto contigo mismo con respecto a la compatibilidad del perro que quieras tener dentro de tu estilo de vida. No consigas a un perro que necesite mucha actividad solo porque quieres un motivo para tener un estilo de vida más saludable. Si no puedes seguir ejercitando a tu perro hiperactivo, ambos terminarán frustrándose.
Escribe las necesidades y el carácter de la raza, así como la manera en la que satisfarás dichas necesidades.
Si tienes que realizar un esfuerzo significativo para cambiar tu estilo de vida, elige un perro distinto.

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3
Dale a tu perro un nombre práctico. Este tiene que aprender su nombre con facilidad a fin de que puedas mantener su atención durante el entrenamiento. Por eso, no debe tener más de 2 sílabas. El nombre también debe tener sonidos claros y fuertes que el perro pueda reconocer. Los nombres como “Fido”, “Max” o “Balto” tienen sonidos distintos que resaltan del flujo regular de habla humana que tu perro escucha.
Utiliza el nombre de tu perro con frecuencia cuando juegues con él, lo acaricies, lo eduques o necesites captar su atención.
Si tu perro te observa cuando dices su nombre, sabrás que lo ha aprendido.
Crea una relación positiva con su nombre para que siga concentrándose en ti cada vez que lo digas. Elógialo cuando responda a su nombre y prémialo.

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4
Programa el tiempo suficiente para el entrenamiento. En un principio, comienza con varias sesiones de 5 minutos divididas a lo largo del día y no permitas que se exrtiendan por más de 20 minutos. Esto es especialmente importante con los cachorros, pues tienen poca capacidad de atención y se aburren con facilidad, al igual que un niño pequeño.
Sin embargo, en dichas sesiones, no solo te dedicarás al entrenamiento de tu perro. El entrenamiento se produce realmente a lo largo del día al interactuar con la mascota. Aprenderá de ti cada vez que interactúen.
Los perros desarrollan malos hábitos cuando los dueños les permiten salirse con la suya en horas que no están dedicadas a las sesiones de entrenamiento. Por consiguiente, siempre vigila a tu perro durante estos periodos de tiempo. Si lo sabe durante las sesiones de adiestramiento, entonces se asegurará de recordarlo en las horas fuera de estas.