Premiar al perro por las cosas que ha hecho bien. El refuerzo positivo es uno de los mejores métodos de entrenamiento. Cuando un perro hace algo bueno como sentarse y permanecer de acuerdo con la orden que se le dé, no ladrará ni morderá a otros perros o personas, se le debe premiar ya sea con su juguete favorito o con una golosina.
Quitarle a la mascota algo que le gusta si realiza una acción que no se aprueba. Si muestra signos de agresión quitarle un hueso o algún otro juguete. También se le puede poner una correa, bozal o dejarlo en una jaula por poco tiempo como una forma de disciplina. Bajo ninguna circunstancia debe golpearse un perro agresivo o por mostrar signos de agresión, por el contrario, esto provocaría un comportamiento más violento a largo plazo.
Grabar perros ladrando o grandes grupos de personas conversando y ponerlo una y otra vez dónde el perro esté jugando. Estas grabaciones deben ser de algo que ha provocado que él actúe de forma agresiva, al forzarlo a lidiar con ello en un entorno controlado se le estará forzando a que se acostumbre a estos sonidos.
Entrenar el perro junto con otros perros. Muchos parques y comunidades tienen sesiones de grupos de adiestramiento de perros en la que este se ejecutará a través de carreras de obstáculos con otros perros y así pondrá a prueba el entrenamiento que ha recibido. Si continua actuando de manera agresiva hacia otros perros, entonces habrá que practicar para que se acostumbre a los otros animales antes de llevarlo. Mantener a la mascota centrada en uno y no en su entorno durante este entrenamiento es muy importante, hay que asegúrese de usar golosinas cada vez que haga algo bien.
Consultar con un veterinario si sigue dando muestras excesivas de agresión. Los veterinarios pueden encontrar todas las condiciones médicas que podrían estar provocando que el perro sea agresivo y recetar medicamentos para ayudar a tratarlo.
Fuente:PERROSPEDIA
