Los principios de una educación correcta: Educación de cachorros y perros jóvenes

Perros destinados a defensa y guardia.
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surarmado
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Los principios de una educación correcta: Educación de cachorros y perros jóvenes

Mensaje por surarmado » Lun Sep 25, 2017 12:54 am

Publicado en Pelo Pico Pata Especial - Agosto 2015

Mucha gente aún cree que la educación del perro ha de empezar en la edad adulta pero no es así. Un aprendizaje temprano es la mejor forma de evitar problemas posteriores en la convivencia cuando nuestro cachorro se convierta en todo un perro adulto.

ADIESTRAR Y EDUCAR: DIFERENCIAS Y SIMILUTUDES
¿Cuantas veces he escuchado la frase “¿Quiero que mi perro obedezca?” Pero ¿Qué es la obediencia? No es lo mismo educar al perro que adiestrarlo, aunque ambas acciones estén muy relacionadas.

Educar al perro es enseñarle a que haga sus necesidades en el lugar adecuado, que no pida comida en la mesa, que no destruya objetos del hogar, que no se suba encima de la gente para saludar, que no ladre cuando quiera algo, etc. Y adiestrar es enseñarle una serie de ejercicios que debería efectuar a una orden (un sonido determinado para el perro) para poder controlarlo en cualquier momento. Por ejemplo, que se siente, se tumbe, camine a nuestro lado o que acuda a la llamada.

¿Y qué tiene que ver la educación con el adiestramiento? Pues que en muchos aspectos de la educación del perro el adiestramiento es, aunque no indispensable, si muy importante. Por ejemplo: para educar al perro a que no se suba encima de la gente para saludar, deberíamos adiestrarlo a que a la voz de “Siéntate” se espere sentado a que le saluden a él. Se trata de enseñarle que es lo que él debe hacer para conseguir exactamente lo mismo, pero que lo haga de forma más civilizada.

Cuando un perro es joven o cachorro es más fácil educarlo y adiestrarlo, pero debemos tener especial cuidado en la forma de hacerlo. Hay que tener en cuenta que, en primer lugar, y dependiendo de su edad, el perro está en una etapa de crecimiento físico y psíquico y cualquier experiencia desagradable puede afectarle de forma irreversible. Por lo tanto debemos procurar que todo lo que le enseñemos lo aprenda sin ningún tipo de coacción, utilizando siempre alguna motivación que nos ayude a que realice las conductas deseadas.

Desde el principio, el perro ha de aprender unas normas de convivencia que son muy fáciles de aplicar. Para conseguirlo es mucho mejor enseñarle lo que queremos de él y no tanto empezar a prohibirle lo que no queremos que haga. Es muy difícil que el cachorro aprenda lo que queremos que haga si sólo le prohibimos continuamente con un “NO” expeditivo. Si conseguimos hacerle entender lo que si puede hacer y premiarlo cuando lo hace, el cachorro repetirá las conductas deseadas en poco tiempo. Hay mil formas de hacer una cosa mal y solo una de hacerla bien. Intentemos enseñar al perro cual es la adecuada.

HACIENDO DE MADRE CANINA
Aunque mamá perra no va a dedicarse a adiestrar a sus cachorros enseñándole ejercicios como sentarse, tumbarse o dar la pata, seguro que los educa y muy bien, a comportarse como “perros de primera”.

Desde el mismo momento de su nacimiento, el cachorro empieza a aprender. Al principio depende totalmente de su madre. Sólo se guía por el olfato y el tacto para conseguir llegar arrastrándose a las tetillas de la madre y alimentarse, pero muy pronto todos sus sentidos comienzan a ser funcionales, aprende a moverse con soltura y aumenta su tendencia a explorar y jugar, sobre todo con sus hermanos.

Este es el periodo durante el cual su madre inicia la primera educación. Y lo hace empezando a prohibirle ciertos comportamientos. Por ejemplo: cuando un cachorro intenta insistentemente agarrarse a la tetilla cuando ya ha mamado lo suficiente, la madre le gruñe y, si continúa con su actitud, le da un revolcón, empujándolo. Esa sería seguramente la primera vez que se le dice “NO” al perro. Además, cuando los cachorrosya empiezan a corretear, la madre comienza a separarse de ellos cada vez durante más tiempo y de forma progresiva, ayudándoles así a independizarse y no sufrir de ansiedad cuando se quedan solos.

Cuando adoptamos al cachorro, la responsabilidad de su educación es nuestra y debemos hacer algo parecido. No podemos gruñirle cuando se porta mal, pero si podemos educarlo para que después de decirle un “NO”, nuestra mascota tenga la expectativa de que si no deja de hacer lo que está haciendo, recibirá una regañina.

¿CÓMO EMPEZAR A EDUCAR A UN CACHORRO?
Lo que la madre puede enseñar a sus cachorros es a ser buenos perros. A nosotros nos toca educarles para que además sean unos buenos ciudadanos caninos. Aunque no hablemos el lenguaje canino como su madre y no tengamos su infinita paciencia, debemos intentar imitarla, dentro de nuestras posibilidades.

Lo primero que tiene que aprender un cachorro son los hábitos de hacer sus necesidades en el lugar correcto y los “buenos modales”, como por ejemplo, no robar comida de la basura, no romper ni masticar objetos que no sean sus juguetes, jugar con otros perros y personas sin morder ni hacer daño, cuál es su zona específica de descanso y a que lugares y zonas tiene prohibido el acceso.

Aunque casi todos lo cachorros se comportan de manera parecida, siempre hay diferencias en su “personalidad”. Podemos encontrarnos con perros traviesos y activos, con tendencia a ser dominantes o subordinados, tímidos o intrépidos, más nerviosos o más tranquilos, etc. Nunca hay dos perros iguales. Y todas estas conductas innatas que vienen de serie, aunque no podemos eliminarlas, si podemos canalizarlas para conseguir el comportamiento que deseamos.

Lo importante es saber “leer” a nuestro cachorro: conocer sus inquietudes, su forma de comunicarse, que tendencias genéticas son las que pueden guiar su comportamiento, que premio es el más adecuado, en que momento hay que enseñarle los ejercicios, cual es el refuerzo que más le motiva, etc. Dependiendo de su raza o mezcla de razas, puede ser un cachorro con un instinto cazador importante, o quizá sea muy independiente, puede que responda mejor a caricias que a comida, o puede que a las dos cosas. En definitiva, hay que conocer a nuestro perro.
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Re: Los principios de una educación correcta: Educación de cachorros y perros jóvenes

Mensaje por surarmado » Lun Sep 25, 2017 12:55 am

PREMIO Y CASTIGO
Durante muchos años se creía que el uso de regaños y castigos físicos para “educar” a los perros era la única forma de lograrlo. No hay nada más lejos de la realidad.

Los cachorros que son castigados fisicamente como forma de disciplina, no sólo no llegan a entender el mensaje que su dueño quiere enviarle en la mayoría de los casos, sino que pueden aprender a mostrar una actitud miedosa, que en algunos casos puede confundirse con respeto o subordinación. Además, es muy posible que los perros castigados puedan presentar en la edad adulta comportamientos agresivos o miedosos que seguramente empeorarán con el tiempo. Para una buena convivencia lo que queremos es un perro tranquilo, educado y mentalmente equilibrado y los castigos físicos no son la opción.

Para enseñar al perro, siempre hay que enfocarse en las acciones correctas en lugar de las incorrectas. Es decir, cada vez que el perro haga justamente lo que queremos que realice, debemos recompensarle por ello. Dependiendo de la “personalidad” del perro puede motivarse más si le damos un premio comestible, aunque otros prefieren unas palabras de felicitación, caricias o un juguete para reanudar el juego. Todo depende de que analicemos bien qué es lo que más puede gustarle.

La clave para reforzar las conductas deseadas está en la sincronización de dar el premio justo en el momento en que sucede la acción correcta. Si tardamos demasiado en premiarle -con caricias, alabanzas, chuches o algún juguete- puede que asocie la conducta que queremos reforzar con otra. Por ejemplo, si le pedimos que se siente, obedece y se sienta, pero se levanta inmediatamente y le premiamos en ese instante, lo que estamos reforzando es el comportamiento de levantarse y no el de sentarse.

Cuando el cachorro realiza algo incorrecto, lo mejor es ignorar lo sucedido. Por ejemplo, si llegamos a casa después de estar varias horas fuera y vemos que el cachorro rompió uno de nuestros zapatos, es inútil gritarle y regañarlo. Los perros no dan importancia a lo sucedido horas antes, viven el presente y el futuro más inmediato, el minuto siguiente. Si lo regañamos no tendrá ni idea de porqué. Pero al ver la bronca que le echamos se mostrará sumiso, aunque eso no significa que sienta “culpa” por lo sucedido.

Lo que generalmente hace el perro es una composición de elementos en su espacio-tiempo. El cachorro escucha las llaves de la puerta cuando está entrando el dueño, en el entorno hay un charquito de pipí o un objeto de la casa destrozado; observa a su dueño entrar y ve el disgusto en su cara. El perro, al notar su enfado, se acerca a saludar pero de una forma sumisa, tal como haría cualquier perro ante un superior jerárquico que muestra algo de agresividad. Pero lo que la mayoría de la gente ve en su perro es la típica “cara de culpable” y creen que el animal sabe lo que ha hecho. Incluso hay gente que piensa que lo ha hecho como un acto de venganza por haberle dejado solo. No es así.

El perro tiene memoria, se acuerda perfectamente de los acontecimientos pasados, pero en el momento en que, por ejemplo, está masticando un zapato nuevo, lo importante para él es ese instante de disfrute de la masticación, quizá provocado por el dolor de encías cuando cambia los dientes de leche, o quizá por aburrimiento. Pero como nadie le prohibe esa conducta en ese momento y tampoco ha sido educado para solo coger sus juguetes, lo que hace es disfrutar del instante. Si le reñimos y nos enfadamos, horas o incluso solo minutos después, el cachorro puede asociar el castigo con el último acontecimiento: la llegada de su dueño y el acercamiento para saludar.

Sólo si lo descubrimos con “las manos en la masa”, debemos detenerlo en el momento justo diciendo un “NO” firme y canalizar su comportamiento hacia otra cosa. Por ejemplo, si lo vemos mordiendo algo nuestro, hay que detener la acción, regañarle, e inmediatamente, ofrecerle uno de sus juguetes para que comprenda que es lo que puede y lo que no puede masticar.

El castigo físico no sirve de nada, es contraproducente y además el perro no lo entiende ¿Alguien ha visto a dos perros pegarse? Pueden empujarse, gruñir o morder, pero nunca se golpean. La acción de golpear con la mano o con un periódico es algo que el perro no puede entender como castigo. En realidad, lo que mejor comprendería es un gruñido, un marcaje con dientes y un revolcón, pero si hiciéramos eso por la calle o en casa, es muy posible que nos llevaran a un psiquiátrico. Pero podemos sustituir el gruñido por un “NO” rotundo y el revolcón por un pequeño empujón.

El cachorro, lo esencial que debe notar cuando le “castigamos” es que estamos enfadados y a partir de ahí, cuando muestre una actitud de subordinación -que no miedo-, debemos dejar de reprenderle inmediatamente. Si seguimos abroncando cuando intenta comunicarnos que entiende nuestro enfado no le ayudaremos nada en su educación, porque no habrá comunicación.
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Re: Los principios de una educación correcta: Educación de cachorros y perros jóvenes

Mensaje por surarmado » Lun Sep 25, 2017 12:57 am

ADIESTRAR EN POSITIVO. DISFRUTAR ENSEÑANDO Y APRENDIENDO
A partir de los tres meses de edad hay una serie de ejercicios de obediencia básica que podemos enseñar al cachorro de forma divertida tanto para él como para nosotros. Los más importantes son acudir a la llamada, que se esté quieto a la orden y que camine sin tirar continuamente de la correa. Y para que aprenda estos ejercicios hay que conseguir que se lo pase bien durante el adiestramiento. Para conseguirlo, las sesiones deben ser cortas, de no más de diez minutos y siempre compaginando el aprendizaje con el juego. Las clases consistirán en dos partes que se sucederán de forma consecutiva: práctica-juego-práctica-juego.

Hemos de tener en cuenta que un cachorro o perro joven es un animal muy curioso, que le encanta explorar, jugar y que se distrae fácilmente por cualquier cosa. Su capacidad de concentración es muy limitada y no podemos exigirle la misma atención que a un perro adulto. Es mejor empezar el adiestramiento en un lugar con pocas distracciones para así minimizar el número de correcciones y conseguir una mayor atención.

No podemos exigir al perro algo que no conoce. Debemos enseñar al perro la acción deseada sin implicar autoridad. Cuando ya sepa hacer el ejercicio y tenga consolidada la conducta deseada, será el momento en que podamos exigirle obediencia. Por eso explicarle bien las cosas es esencial. La información que le damos al cachorro es muy importante para que aprenda lo que queremos de él: debemos saber explicarle qué debe hacer, cómo debe hacerlo y que es lo que conseguirá al realizarlo.

LAS ÓRDENES QUE DEBE APRENDER
Enseñar al cachorro a que realice una serie de ejercicios nos da la posibilidad de establecer un código de comunicación que él pueda entender. Con unas pocas órdenes básicas podemos explicar a nuestra mascota qué es lo que queremos de ella: que acuda cuando le llamamos, que se siente, que se tumbe, que camine a nuestro lado, o que deje de hacer algo que esté haciendo.

Las palabras que utilicemos para que el perro nos entienda deberían ser cortas, diferentes en sonido cada una de ellas y sobre todo que no lleven a la confusión. Bastante tiene el perro para asociar un sonido con un ejercicio que queremos que realice, para que además le pongamos sinónimos. Por ejemplo, no podemos pedirle al perro que se siente diciendo en algún momento “Sit”, después “Siéntate”, más tarde “Que te sientes” y otro día “Sentado”. Estas palabras significan lo mismo para nosotros, pero se trata que nuestra mascota asocie un sonido con un ejercicio, no que aprenda idiomas. Esta es una de las razones por las que aconsejo pronunciar las órdenes en otro idioma, por ejemplo, el alemán o el inglés; porque las palabras que generalmente se utilizan son monosílabas y con un sonido muy diferente. Y sobre todo, porque son palabras que solo aplicaríamos a nuestro perro, lo que ayudaría a no gastar las órdenes ni utilizar sinónimos.

Las órdenes más importantes que el perro debe conocer son las siguientes: para estarse quieto -sentado o tumbado- y mantenerse así, para acudir a la llamada, para caminar a nuestro lado; la que debe obedecer para dejar de hacer cualquier cosa que esté haciendo en ese momento, que sería la orden “NO”, y una muy importante que generalmente no aplicamos y muchas veces se nos olvida: la orden de liberación.

La liberación u orden de recreo, aunque no lo parezca, es una de las órdenes más importantes, porque no podemos mantener continuamente a nuestra mascota en un estado de obediencia absoluta. Cuando el perro realiza un ejercicio bien, como por ejemplo, sentarse a la orden, debemos liberarlo antes de que llegue a levantarse y por lo tanto desobedecer. Y eso es lo que hacemos mucha veces. Nos creemos que el perro es obediente porque si le decimos “Siéntate” el perro se sienta, pero cuando nos damos la vuelta, orgullosos de lo que sabe hacer nuestra mascota, ésta se levanta y por lo tanto desobedece. Eso es lo que debemos evitar utilizando la orden de liberación, que debemos darla siempre después de cada ejercicio, a menos que le demos otra orden. Pero siempre terminando liberando al animal.
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Re: Los principios de una educación correcta: Educación de cachorros y perros jóvenes

Mensaje por surarmado » Lun Sep 25, 2017 12:59 am

LOS EJERCICIOS DE ADIESTRAMIENTO
Para que el cachorro aprenda a acudir a la llamada debemos siempre pedirle que venga y no exigirle que lo haga y, sobre todo, siempre premiarlo cuando llegue hasta nosotros. En ninguna circunstancia debemos llamarle para castigarle: el cachorro asociaría la última acción (acudir a la llamada) con el castigo. Lo primero que debemos hacer es que nuestra mascota conozca su nombre, y que aprenda a que cuando lo pronunciamos nos referimos a él. Después, tendremos que pensar en una palabra para ordenarle la llamada (por ejemplo, “VEN”). Esta orden, siempre la pronunciaremos después de su nombre y lo más importante: para que la aprenda correctamente, al principio sólo la pronunciaremos cuando estemos seguros que va a venir.

Enseñar al cachorro a estarse quieto tiene su dificultad por su condición de cachorro o perro joven y explorador. Por eso debemos ser más pacientes con los ejercicios de sentarse o echarse. No hace falta que los ejecute a la perfección, pero es importante que empiece a conocerlos. Es conveniente liberar al cachorro de la orden sin esperar a que se canse de estar quieto y desobedecer.

La enseñanza para que camine sin tirar de la correa es uno de los ejercicios que más tardamos en enseñar al cachorro y seguramente es debido a que mientras es pequeño e inseguro no nos importa tanto que tire, pero cuando su tamaño y fuerza hace que no disfrutemos del paseo, comenzamos a preocuparnos.

Para evitar esto y comenzar a enseñar al cachorro a caminar sin tirar, es mucho más fácil enseñarle por donde debe caminar que no intentar explicarle por donde no debe hacerlo. Si conseguimos reforzar la conducta de caminar al lado de una de nuestras piernas (la derecha o la izquierda) y recibe un premio por ello, no tardará en acostumbrarse y entender que es la mejor manera de pasear con nosotros. Conseguirá lo mismo, pero sin la molestia del collar presionando su cuello.

Si ya de cachorro, le motivamos a que camine a nuestro costado, manteniendo la correa floja y premiando por ello su conducta y le incomodamos cuando tira de ella con rápidos cambios de dirección por ejemplo, el perro no tardará en saber cual es la mejor manera de pasear.

Los perros no conocen las normas sociales humanas y si no se las enseñamos, para sobrevivir en nuestra sociedad utilizarán sus instintos, muchas veces incompatibles para una buena convivencia. Educar a un perro es fácil y divertido. Solo necesitamos paciencia, dedicación y tiempo. Si el perro además es un cachorro, su capacidad de aprendizaje es aún mayor. El reto está en saber comunicarles correctamente todo lo que queremos de ellos.

Educación y adiestramiento canino JR Batallé

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Re: Los principios de una educación correcta: Educación de cachorros y perros jóvenes

Mensaje por Exafiz » Lun Sep 25, 2017 2:11 pm

surarmado escribió:LOS EJERCICIOS DE ADIESTRAMIENTO
Para que el cachorro aprenda a acudir a la llamada debemos siempre pedirle que venga y no exigirle que lo haga y, sobre todo, siempre premiarlo cuando llegue hasta nosotros. En ninguna circunstancia debemos llamarle para castigarle: el cachorro asociaría la última acción (acudir a la llamada) con el castigo. Lo primero que debemos hacer es que nuestra mascota conozca su nombre, y que aprenda a que cuando lo pronunciamos nos referimos a él. Después, tendremos que pensar en una palabra para ordenarle la llamada (por ejemplo, “VEN”). Esta orden, siempre la pronunciaremos después de su nombre y lo más importante: para que la aprenda correctamente, al principio sólo la pronunciaremos cuando estemos seguros que va a venir.

Enseñar al cachorro a estarse quieto tiene su dificultad por su condición de cachorro o perro joven y explorador. Por eso debemos ser más pacientes con los ejercicios de sentarse o echarse. No hace falta que los ejecute a la perfección, pero es importante que empiece a conocerlos. Es conveniente liberar al cachorro de la orden sin esperar a que se canse de estar quieto y desobedecer.

La enseñanza para que camine sin tirar de la correa es uno de los ejercicios que más tardamos en enseñar al cachorro y seguramente es debido a que mientras es pequeño e inseguro no nos importa tanto que tire, pero cuando su tamaño y fuerza hace que no disfrutemos del paseo, comenzamos a preocuparnos.

Para evitar esto y comenzar a enseñar al cachorro a caminar sin tirar, es mucho más fácil enseñarle por donde debe caminar que no intentar explicarle por donde no debe hacerlo. Si conseguimos reforzar la conducta de caminar al lado de una de nuestras piernas (la derecha o la izquierda) y recibe un premio por ello, no tardará en acostumbrarse y entender que es la mejor manera de pasear con nosotros. Conseguirá lo mismo, pero sin la molestia del collar presionando su cuello.

Si ya de cachorro, le motivamos a que camine a nuestro costado, manteniendo la correa floja y premiando por ello su conducta y le incomodamos cuando tira de ella con rápidos cambios de dirección por ejemplo, el perro no tardará en saber cual es la mejor manera de pasear.

Los perros no conocen las normas sociales humanas y si no se las enseñamos, para sobrevivir en nuestra sociedad utilizarán sus instintos, muchas veces incompatibles para una buena convivencia. Educar a un perro es fácil y divertido. Solo necesitamos paciencia, dedicación y tiempo. Si el perro además es un cachorro, su capacidad de aprendizaje es aún mayor. El reto está en saber comunicarles correctamente todo lo que queremos de ellos.

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Yo llegue sufrir cuando mi dobermann cumplio los 3 meses. Empece con la orden de "sentate" despues "quieta" y "fuß (fuss)". Las 2 primeras semanas era imposible se distraia con cualquier mancha del piso. Al dia de hoy responde a las 3 ordenes con un puntaje de 7. Pero decidi esperar a que cumpla 4 meses y medio como maximo para que deje de ser tan pava. Pero siempre 3 dias a la semana tenemos una sesion de entrenamiento en esas 3 ordenes, siempre cambiando el entorno y horario.

P/D: Siempre leo tus posteos Raúl, son bastante interesantes!
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Re: Los principios de una educación correcta: Educación de cachorros y perros jóvenes

Mensaje por surarmado » Lun Sep 25, 2017 5:17 pm

Exafiz escribió:
surarmado escribió:
Yo llegue sufrircuando mi dobermann cumplio los 3 meses. Empece con la orden de "sentate" despues "quieta" y "fuß (fuss)". Las 2 primeras semanas era imposible se distraia con cualquier mancha del piso. Al dia de hoy responde a las 3 ordenes con un puntaje de 7. Pero decidi esperar a que cumpla 4 meses y medio como maximo para que deje de ser tan pava.Pero siempre 3 dias a la semana tenemos una sesion de entrenamiento en esas 3 ordenes, siempre cambiando el entorno y horario.
P/D: Siempre leo tus posteos Raúl, son bastante interesantes!
Es normal que en algún momentos sintamos un poco de frustración ante ciertos avances que pretendemos en nuestros perros y que no se dan con la celeridad que deseáramos. Pero no tenemos que dejarnos ganar por el desaliento y mucho menos transmitírselos en forma de ansiedad o nerviosismo. Ellos captan inmediatamente esos estados de ánimo. Lo que no se puede lograr en dos meses se lo logrará en cuatro. Cada perro tiene su propio tiempo. Así que es perfecta tu actitud. Tu perseverancia va a hacer que tu Doberman sea una compañera excelente.

Con respecto a las sesiones de adiestramiento se deben continuar en el tiempo. Siempre se debe "refrescar" las órdenes de disciplina semanalmente y mantenerlos "afilados" con los ejercicios de defensa cada dos meses.

Celebro que los posteos te resulten de utilidad, Juan Manuel.

Saludos
Raúl
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