¿Cómo saber si mi perro puede correr conmigo y si le gusta?

[surarmado]

De la mano de Baltazar Nouzzi vamos respondiendo algunas cuestiones que en algún momento nos preguntamos:

¿Todas las razas de perros pueden correr?

Todos los perros están preparados instintivamente para hacer ejercicio, jugar intensamente, caminar, incluso correr pero físicamente hay algunos perros que encuentran limitaciones debido a las características físicas o fisiológicas propias de la raza a la cual pertenecen y/o también a caracteres fisiológicos o patológicos propios heredados que condicionan la frecuencia y/o intensidad con la cual practican ejercicio. Un ejemplo claro de éste último grupo son los Ovejeros Alemanes que les encanta correr y hacer ejercicio pero hay que analizar individual y detenidamente a cada uno si puede y como debe hacerlo. Aquí la raza no es una limitante pero si sus caracteres heredados. Lo mismo sucede con la raza Boxer.

¿Cuáles son la razas con las que deberíamos tener precauciones?

Hay casos en los que el perro puede hacer deporte con nosotros, correr con nosotros, pero de una manera controlada, gradual, respetando a rajatabla las indicaciones de nuestro Veterinario y/o Entrenador y nunca jamás pecar de autodidactas a la hora de hacer deporte con ellos.

Ovejeros,


Bulldog Inglés


Bulldog Francés


Cocker Spaniel


Cavallier


Pug


Pequinés


Chihuahua


Beagle


Salchicha


Mastin Napolitano


Dogo de Burdeos


Terranova


ChowChow


San Bernardo


Ovejero Alemán


Gran Danés


Boxer


Caniche Mini Toy


Schnauzers

¿Cómo saber si nuestra raza de perro puede correr?

En nuestra escuelita de entrenamiento y running con nuestros mejores amigos, evaluamos cada individuo en particular, independientemente de que raza sea, sea mestizo; y según sus aptitudes, y las condiciones del humano acompañante (en bloque) le ofrecemos o recomendamos el mejor ejercicio y equipamiento para su perfil: muchas veces se etiqueta a tal o cual raza como si fuera imposible que corra o haga ejercicio intenso y si los preparamos de manera progresiva y entrenamos a conciencia, disciplinada y metódicamente nos termina sorprendiendo su performance en entrenamiento o carrera.

Hay que ver a cada perro como un atleta único no como una raza. Caer en la generalización es cómodo pero inadecuado en muchos aspectos.



Supongamos que puede correr: ¿ Cómo sé si le gusta hacerlo?

Yo diría que cuanto más precozmente (y esto es igual al humano) le presentemos el estímulo y lo hagamos de una manera equilibrada (no obsesiva ni irregular) más se va a “enganchar” en la actividad, después que lo haga bien depende de cuánto le guste al ser humano que lo acompaña, como le enseñe a hacerlo y en qué contexto, si ese estímulo es agresivo o lo obligamos por nuestro propio placer no le va a gustar nunca. La paciencia, pensar a largo plazo y entender que tiene que adaptarse es clave a la hora de generar una motivación proactiva. Lo bueno que si no le gusta o no puede hay muchísimas alternativas de ejercicio para hacer con ellos y mantenerlos sanos.

¿Cómo cuáles alternativas?

Disc Dog, juegos interactivos, agility, dogdancing, dogwalking, hay muchos. Lo importante es que el perro haga algún tipo de actividad física, que no se mimetice con el sedentarismo humano, y si hace algo lo ideal es que sea en grupo, sociabilizando porque de esta manera no sólo mejora sus condiciones físicas de salud sino también las cualidades mentales y lo capitalizará en el buen comportamiento.Consulten un entrenador de perros que sabrá guiarlos de manera personalizada.



¿Qué consejo final le darías al dueño del perro que corre con él o quiere correr?

Que se haga una remera que diga “El disfrute es mutuo”. Si no hay disfrute compartido no deberían hacerlo o ir de a poco.

Si le hablás al perro (porque todos le hablan) y le decís: vamos a correr y te mira con alegría y sana ansiedad es porque están haciendo las cosas bien y van por el buen camino… pero paciencia, el camino es largo y requiere constancia, disciplina y determinación.



BIO Baltazar Nouzzi:



Entrena perros desde el conocimiento médico pero con el valor agregado de practicar lo mismo que recomienda.

Además de ser Atleta amateur es Médico Veterinario, egresado de la UNLP hace 14 años y no sólo se dedica a curar la enfermedades de sus pacientes, también se desvive por prevenirlas, así fue que descubrió que aquellas perros que corren y entrenan juntos a sus dueños, reducen y evitan de manera exponencial la manifestación e incidencia de patologías físicas y de comportamiento. Se le ocurrió entonces fundar hace 4 años un espacio GRATUITO (#LAESCUELITA) el cual contiene y da forma de manera ordenada y organizada a un método de práctica de deporte en equipo (perro-humano) que genera una cadena de hábitos saludables para ambos.


Fuente:DOGRUN

[calupa]

Qué bueno.

También hay que comentar que si el perro está criado "libre" y con mucha actividad su capacidad para correr es casi ilimitada.

Tengo vistos varios dobermans, pointers, criollos, un par de boxers, una bretona, y mi tan querida cruza de dogo con bullterrier, mas una perrita que terminó siendo almuerzo de un yacaré, cruza de dogo, galgo y chalchalero. Todos tenían una capacidad tremenda. La cruza de dogo, por ejemplo, solía escaparse y seguIR a mi camioneta y a veces llegó a correr quince kilómetros hasta el bañado, claro que conocía bien el camino y se tomaba su tiempo. A caballo andaban a la par 6 o 7 horas sin problemas, y si pensamos que nuNca siguen eL paso sino que siempre dan vueltas, se adelantan, vuelven, entran al monte tras algo, regresan y así toda la jornada, deducimos que son infatigables.

El perro de Dpto. es otra cosa, MUCHO CUIDADO CON LAS ALMOHADILLAS durante las primeras salidas, POR FAVOR!!!!!

[elTábano]

Buenísimo, hace unas semanas descubrí la belleza de realizar esta modalidad con uno de mis perros, voy tan emocionado viendolo correr, viendo la cara que pone. Ni si quiera me canso.

[Pulqui I]

Yo al mio lo saco con la bici, la verdad que cuando me ve que la agarro se pone muy contento, así que calculo que le gusta jaja

[calupa]

Así son cuando las salidas se vuelven rutinarias.
El cocker de mi sobrino busca la correa y se la lleva para que lo saque a pasear, si no le hace caso arma un kilombo padre.

[calupa]

Así son cuando las salidas se vuelven rutinarias.
El cocker de mi sobrino busca la correa y se la lleva para que lo saque a pasear, si no le hace caso arma un kilombo padre.

[surarmado]

Buenísimo, hace unas semanas descubrí la belleza de realizar esta modalidad con uno de mis perros, voy tan emocionado viendolo correr, viendo la cara que pone. Ni si quiera me canso.

A mí me pasaba exactamente lo mismo, amigo. Iba mas pendiente de mis perros que de mí ya que disfrutaba viendo los felices que eran trotando conmigo. Hoy sólo me queda el "abuelo" Nilo, que con sus 11 años ya no está para trotar pero sí para dos sus dos caminatas diarias...bueno, para ser mas preciso, ya somos dos abuelos que salimos a caminar.

Saludos
Raúl

[surarmado]

Antes de comenzar a trotar habrá que prestarle atención y tener en cuenta algunos tips para que la actividad sea placentera para ambos. Cuidar a tu perro será clave para el éxito.


-Al veterinario primero:

Como todos, debe pasar por el médico para analizar su estado de salud, su peso y su estructura ósea. El chequeo debe ser anual.


-Evitar el sol:

Los perros no transpiran y su capacidad de termorregulación es menos efectiva. Sus únicas glándulas sudoríparas están en las almohadillas de las patatas y su efecto es mínimo.

-Hidratación:

Cada vez que salgas debés llevar líquido para vos y para el perro. Pero espera para darle agua, se debe tranquilizar primero para evitar que trague aire.

-Por dónde correr:

Se puede ir por cualquier sitio, pero el asfalto o la tierra dura pueden ser muy abrasivos para las almohadillas plantares y provocarle lesiones. Las mejores superficies son hierba, arena o tierra blanda.

-De a poco:

Entrenar debe ser gradual, con paciencia para que se acostumbre. Con un entrenamiento progresivo, además, se logra que las almohadillas se endurezcan poco a poco y no se lastimen.

-Cuidado posterior:

Luego de correr, lavarle las almohadillas con un paño tibio y jabón. Así se evitará que la suciedad penetre entre sus dedos causando irritación e incluso infecciones.

-Además...

No alimentes a tu mascota una hora antes y una hora después del ejercicio físico. Debe tener mayor tiempo para asimilar el alimento.

La salida a correr no reemplaza los paseos que necesita el animal para hacer sus necesidades. Debe salir al menos dos veces por día.

Cuando salgas a correr, no olvides llevar tu bolsa para excrementos.

Verificá las vacunas de tu perro para evitar cualquier problema.

Además del collar y la correa, una chapa identificatoria será de gran ayuda.

Otros consejos:

Antes de una carrera, tu perro también necesita realizar una entrada en calor. Puede realizarse con juegos y una caminata inicial para que active los músculos.

En las canicross o perrotones, tené en cuenta que el ritmo siempre lo marca el animal y es quien debe ir adelante. Cuando el perro quedó detrás es que está cansado y no puede alcanzarte y lo mejor es detenerse.

Luego de la carrera, recompensá a tu perro por el esfuerzo, esa será su medalla. Y permitele descansar con una buena siesta para que reponga energías.


Fuente:Diario "La Nación"

[surarmado]

Si bien hay personas que prefieren utilizar vaselina líquida para untar las almohadillas de sus perros a fin de prevenir lesiones corrosivas por el contacto sobre superficies extremadamente duras, como asfalto o cemento, yo siempre utilicé una emulsión protectora que me recomendaba mi veterinaria.

Saludos
Raúl

[surarmado]

Las almohadillas del perro son esenciales para que nuestro amigo mantenga el equilibrio y para ayudarle a amortiguar el impacto de su peso. Sin embargo, esta zona también sufre, se agrieta, e incluso, puede sangrar. Esto explica la importancia de cuidar las almohadillas del perro en ciudad y de aprender a endurecerlas antes de las caminatas, ya que no todos los suelos son iguales para las patas del can.

Las almohadillas del perro pueden agrietarse o sufrir heridas si no se protegen durante los paseos.

Las almohadillas del perro protegen sus patas del impacto y presión de su peso durante las caminatas. Esta zona de apoyo para el perro tiene una piel resistente, preparada para estar en contacto con la superficie del suelo. Pero sin los cuidados necesarios, no es extraño que las almohadillas de nuestro peludo amigo sufran, e incluso, se formen llagas y heridas en la zona.

Las almohadillas amortiguan el impacto del peso del perro

Las almohadillas del perro funcionan como un mullido soporte que, además de ayudar al animal a mantener el equilibrio, reduce de forma importante la presión que recibe su cuerpo mientras camina o corre. Las resistentes almohadillas también le protegen de posibles fracturas y otros daños en los huesos. El impacto de los pasos se amortigua en esta parte inferior de las patas, gracias a que las almohadillas son blandas y están preparadas para absorber parte de los golpes que recibe el animal en las caminatas.

Sin embargo, a pesar de ser una zona de soporte, las almohadillas del perro también sufren y se pueden dañar. "Son zonas de apoyo que pueden agrietarse y resecarse con facilidad si no tenemos en cuenta ciertas precauciones", afirma la veterinaria Laura Pérez, de la clínica madrileña La Dehesa.

Esta circunstancia explica la necesidad de cuidar de este importante y mullido soporte natural de nuestro peludo amigo, además de tener en cuenta algunos consejos durante los paseos, tanto dentro como fuera de la ciudad.

Cuidar las almohadillas del perro en ciudad

Combinar las zonas de asfalto con las áreas verdes durante el paseo por ciudad protege las almohadillas del can.

La urbe resulta a menudo agresiva para un perro que carece de unas almohadillas endurecidas. "El cemento de la ciudad puede agrietarlas de forma considerable", asegura Pérez. Por ello, conviene alternar las superficies de pisada para el perro durante los paseos urbanos. Combinar la acera con zonas ajardinadas o cubiertas con césped es una buena idea para proteger las almohadillas del animal. Esto es importante, de forma especial, durante el verano, cuando el cemento resulta más abrasivo para los apoyos del perro.

No es extraño que, con las altas temperaturas, el pavimento pueda quemar las almohadillas de nuestro amigo -de forma literal- y provocar llagas y quemaduras. Sin embargo, modificar las áreas de pisada durante la caminata es siempre útil y conviene tenerlo en cuenta durante todas las épocas del año.

Inspeccionar el terreno que pise el animal y asegurarnos de que esté libre de objetos cortantes o cristales es fundamental para que el paseo por la ciudad sea seguro para nuestro amigo. En cualquier caso, tras las caminatas, conviene revisar sus almohadillas para detectar posibles llagas o heridas que haya que curar.

Endurecer las almohadillas antes de las caminatas

El perro usa sus almohadillas todo el tiempo. Estos incansables amortiguadores del can caminan sobre el cemento de la ciudad, pero también sobre superficies más o menos arenosas, rocosas o con grietas, cuando paseamos por el parque o al disfrutar de una ruta de montaña con el can.

Cuando una almohadilla está dolorida puede enrojecerse, e incluso, agrietarse y sangrar
"Cuando están doloridas, las almohadillas se enrojecen y pueden aparecer llagas y rajitas", explica Rodrigo Morante, director de educación canina en Pukan-Montaña, que además organiza salidas de senderismo con perros. Cuando la sequedad y falta de protección se agravan, es frecuente que se formen heridas en esta zona de las patas del animal.

Para Morante, sobre todo, se debe aplicar el sentido común al salir con el perro, tanto en la ciudad como en la montaña. "Las almohadillas de un can se curten con el tiempo, por lo que no tiene sentido someter a un perro poco ejercitado a rutas largas o que transcurran por terrenos pedregosos", señala Morante. Hay que comenzar poco a poco y dar tiempo a esta importante piel de las patas para que se endurezca.

No todos los suelos son iguales para las patas del can

En cualquier caso, no todas las rocas o superficies de suelo son iguales. Algunos materiales son más agresivos que otros para las almohadillas del perro. "Un terreno rocoso o pedregoso puede ser más abrasivo para esta piel", añade el educador canino, acostumbrado a salir a la montaña con grupos de hasta quince perros. Morante recomienda, además, comenzar los paseos del animal por terrenos blandos y suaves, cubiertos de hierba o húmedos.

Caminar por hielo también puede abrasar las almohadillas de nuestro peludo amigo, mientras que en verano, al igual que para las personas, la arena de la playa se convierte en una incómoda y peligrosa superficie capaz de quemar la piel de apoyo del perro. Transitar por la orilla, sobre la zona mojada del litoral, es una buena forma de evitar llagas o ampollas en las patas.

Botas para proteger al perro

El sector de la moda canina ha resuelto, a su forma, el peligro que en ocasiones supone transitar -por la ciudad o por el campo- para las almohadillas del perro. Para evitar que la superficie de apoyo de las patas se agriete, es posible utilizar botines caninos elaborados con materiales como el neopreno, que resiste la caminata y protege al animal.

Este calzado para perros, que a menudo se ajusta con velcro, se adquiere en tiendas especializadas del sector. Hay modelos tanto para proteger a nuestro amigo en la ciudad como en la montaña. "Hay botas para el perro pensadas para todos los terrenos: para caminar en nieve, para el asfalto o para la arena", señala Morante.

Sin embargo, que un perro camine con este tipo de calzado canino no siempre es sencillo. "Es normal que, al principio, el animal no sepa andar con ellas, que se sienta raro", dice el adiestrador y senderista canino. Es cuestión, como muchas otras veces, de comenzar poco a poco. "Los primeros paseos del perro calzado pueden realizarse en casa, para que se habitúe antes de emprender una caminata más larga", concluye Morente.

Cremas, hidratación y limpieza de las almohadillas del perro

Utilizar cremas y bálsamos apropiados (no humanos, ya que nuestro pH es distinto al del perro) es una buena forma de mantener hidratadas las almohadillas del animal. Una piel sana y menos reseca será menos propensa a cortarse o a padecer grietas, por lo que también será más difícil que sufra durante los paseos. "Las cremas para hidratar las almohadillas del perro son untosas, como una especie de vaselina, que recubre la zona", señala la veterinaria Laura Pérez.

No obstante, mantener las superficies de apoyo del perro limpias es otro paso importante para proteger a nuestro amigo. Para ello, conviene eliminar cualquier resto de materiales que haya podido quedar adherido en la zona. También es buena idea recortar (con cuidado) el pelo que crece entre las almohadillas de algunos animales.

En cualquier caso, proporcionar a nuestro amigo los baños que precisa como parte de su rutina de higiene cotidiana es otro hábito esencial no solo para cuidar de su salud, sino también del buen estado de sus almohadillas.


Fuente:EroskiConsumer