Los perros en la literatura

Nuestros amigos que nos acompañan siempre. Perros con o sin raza definida, adoptados como a los adquiridos. Todos son "nuestros perros".
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surarmado
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Los perros en la literatura

Mensaje por surarmado » Vie May 12, 2017 7:49 pm

Ladridos literarios.

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“Poseíste belleza sin vanidad, fuerza sin crueldad, y todas las virtudes de los hombres sin ninguno de sus defectos”. Con este epitafio Lord Byron despidió a su perro Terranova Botswain.

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Diversos autores reflejan en sus obras su experiencia a la hora de compartir su vida con un perro. Antonio Gala en su libro “Charlas con Troylo”Literatura (Espasa-Calpe, 1984), no puede ser más elocuente al dirigirse a su adorado can: “En los últimos diez años Troylo. ¿Qué no hemos compartido? Más sabes tú de mí que quienes me rodean, más que los periódicos, que mis comedias, más que mis poemas donde parece que se vierte como en un vaso de cristal, el alma”.

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En su columna “La soledad sonora”, Gala hizo la siguiente reflexión; “me es muy difícil concebir a un niño sin un perro; sin la responsabilidad de hacerse cargo de él; sin la conversación secreta y cómplice entre ambos; sin la jadeante espera del animal a su menudo amo, que crece junto a él rodeado de un respeto fervoroso, devoto y jaranero. No encuentro mejor forma de educar a un niño que la de encomendarle el perro que él elija, para que aprenda a su través de imprescindibles lecciones del deber y de la solidaridad”.

Todo este afecto sincero por los animales expresado a través de múltiples manifestaciones literarias le han hecho a Antonio Gala acreedor del Premio “Los Animales en el Mundo de las Artes y de la Cultura”, otorgado por AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños animales).

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“En la literatura, la compañía del perro ha sido siempre más positiva que negativa”, afirma Miguel Delibes (Valladolid 1920), donde reflexiona en su obra “Diario de un cazador”, que “difícilmente podría entenderse mi vida y mi escritura sin la presencia del perro”.

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En las obras “Luna de Lobos” y en “La Luna Amarilla” de Julio Llamazares Literatura(Vegamián, León, 1955) se refleja la presencia de Bruna, una perra que lo acompañó durante años y que confiesa le enseñó a mirar el mundo desde otra perspectiva. En el libro “La Luna Amarilla” el protagonista y su perra son los últimos habitantes de un pueblo que al igual que el que vio nacer al escritor, están hoy abandonados. Hombre y perro son testigos, cómplices y compañeros en una tierna y trágica historia, aferrados a la voluntad de morir en el lugar que los vio nacer.

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En el último best seller de Paul Auster Tomboctú, un perro es el protagonista y guía de la historia. “Mr. Bones” olfatea las zonas a descubrir e interpreta al mundo con una sensibilidad muy canina en una luminosa fábula.

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En las poesías de Juan Ramón Jiménez, y concretamente en “Espacio”, se resalta el papel de un perro de compañía que lo hace todo por el amo y Miguel de Cervantes en “Coloquio de los perros”, describe en los primeros pasajes de la obra cómo la figura de un perro en la tumba de los esposos simbolizaba que “esa unión guardó en vida amistad y fidelidad inviolable”.

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Y fue la de un perro la biografía escrita por Virginia Woolf (1882-1914), en “Flush”, inspirada quizás de su propia experiencia con su adorado Cocker Pinka, donde el protagonista y su ama, la poeta victoriana Elizabeth Barrett Browning envejecen juntos. “Estaba envejeciendo y Flush también. Se inclinó un momento sobre él. La cara de la señora Browning, con su boca ancha, sus grandes ojos y rizos espesos, seguían teniendo un extraño parecido a la de él. Ambos rostros parecían proceder del mismo molde, casi como si cada uno completase lo que estaba latente en el otro. Pero ella era una mujer; él un perro”.

Resultaría interminable el legado canino en la literatura y la lista de autores que lo contempla (Ana María Matutes, Frank Kafka, Juan Carlos Suñén, Alicia Jiménez Bartlett, Marta Pesarrodona, Ester Tusquet). Resulta sin duda una participación que contribuye a “humanizar” nuestra cultura.
Y aquel que no tenga espada, que venda su manto y compre una. (Lucas 22, 36)
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surarmado
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Re: Los perros en la literatura

Mensaje por surarmado » Lun May 15, 2017 3:18 am

La llamada de la selva

Publicada en 1903, y traducida unas veces como La llamada de la selva y otras como La llamada de lo salvaje (The Call of the Wild es el título original), esta novela del narrador norteamericano Jack London no tiene como protagonista a ninguno de los seres humanos representados en la historia, sino a un perro llamado Buck. Nacido del cruce de un San Bernardo con una perra escocesa de pastor, Buck vive en las tibias tierras del Sur como dueño indiscutible de la casa y la granja del juez Miller.

Pero en el otoño de 1894, cuando el descubrimiento de los yacimientos auríferos de Klondike arrastra hacia los hielos de Alaska a hombres de todas partes del globo, Buck es productivamente vendido y enviado al Norte. Sin ser ya acariciado ni respetado, en un país salvaje y hostil, se ve obligado a doblegarse a la ley primitiva del bastón y el látigo, a soportar los arreos y a tirar del trineo del correo del gobierno canadiense. Sus músculos se hacen duros como el hierro, se despierta en él el instinto primordial de las antiguas generaciones, y su grito se convierte en "la inarticulada voz de la lucha por la existencia".


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Fotograma de The Call of the Wild (1972),
película de Ken Annakin basada en la obra

Su vida se hace aún más triste cuando pasa, con su jauría, al servicio de tres buscadores de oro pendencieros e incapaces que, movidos novelescamente a la aventura, topan con la dura realidad de la pista ártica. Buck los sigue de mala gana, lleno de tristes presentimientos: los tres acaban pereciendo, con los demás perros, en una hendidura; Buck, por casualidad, es salvado por Thornton, que se convierte desde aquel momento, por una especie de misteriosa e íntima comprensión, en su amigo, su amor, su dios.

El sentimiento de Buck por su amo es pura adoración: dos veces le salva la vida, y le hace ganar 1.600 dólares de recompensa arrastrando durante cien metros un trineo cargado con mil libras de peso. Pero durante las largas peregrinaciones en las que acompaña a Thornton en busca de una mina abandonada, Buck siente renacer en sí, cada vez más fuerte, el instinto atávico que le impulsa a correr a la selva, a aproximarse al lobo, "su hermano salvaje". Sólo el amor a su amo le mantiene entre los hombres; y cuando Thornton es asesinado por una cuadrilla de indios, corre al lado de sus salvajes hermanos, cantando con su aullido la canción de los días primitivos del mundo.

La llamada de la selva es la primera novela de Jack London, y en ella revela su fe en el evolucionismo biológico y en la omnipotencia del ambiente; a pesar de la tesis, el libro es completamente vivo: es vivo Buck, son vivos los demás perros, con sus heroísmos, sus ferocidades y sus ambiciones. No hay que asombrarse de que en la América de su época el libro consiguiese un gran éxito, llamando a los hombres industrializados y mecanizados al acre perfume salvaje del instinto y a la verdad primordial de la naturaleza y de la vida.
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Re: Los perros en la literatura

Mensaje por surarmado » Lun May 15, 2017 3:27 am

Por Das Bücherregal:

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Estamos ante la novela de ciencia-ficción más triste que recuerdo haber leído nunca. El protagonista es Sirio, un perro ovejero de inteligencia y habilidades humanas (la más impactante quizás su capacidad para hablar un extraño pero comprensible inglés de acento perruno), que es el producto de los arduos y continuados experimentos de Thomas Trelone, un científico de la Universidad de Cambridge. Cuando el erudito investigador por fin culmina con éxito la búsqueda de este ejemplar tan especial, la familia Trelone cría al perro como un hijo más, estableciéndose entre ellos relaciones afectivas y de confianza muy fuertes, en especial con Plaxy, una de las hijas que es de edad similar a la del can.

A partir de este planteamiento, Olaf Stapledon utiliza el punto de vista de Sirio para poner de manifiesto las miserias humanas y en especial el indigno aislamiento y soledad a que se ha sometido al perro, dado que sus necesidades emocionales son las de un ser humano pero su envoltorio corporal le impedirá siempre relacionarse con ellos como un igual. Gran parte de la acción transcurre durante la II Guerra Mundial, de hecho el libro se publicó en 1944, así que el autor aprovecha para exhibir toda la basura que produce la cabeza de los hombres, puesta aún más de manifiesto en circunstancias extremas: odio al diferente, abusos sobre los más débiles, uso de la violencia para canalizar la frustración, etc. etc. Ni perro ni hombre, sino una mezcla de los dos e incapaz por otro lado de estar completamente a gusto con unos u otros, la condiciones de su existencia conducirán la historia al único desenlace posible, donde la rabia, el fracaso y el desprecio por la humanidad que siente este superperro no dejan otra via de salida.

Considerar al ser humano como ser supremo de la creación es en mi opinión un error absoluto se mire como se mire. Lamentablemente esta concepción que tenemos de nosotros mismos nos imbuye una arrogancia tal que justificamos equivocadamente el derecho a hacer y deshacer a nuestro antojo, sin más límite que nuestro propio interés personal, ya sea como individuos o como especie. Mostramos poca o ninguna consideración por el resto de seres que pueblan la Tierra, menos aún por el planeta mismo. Poco importa desde luego lo que piense yo, la idea es aceptada casi universalmente como dogma y en nombre de la ciencia y del interés general se seguirá experimentando con animales, confinándolos en granjas de producción intensiva, deforestando el amazonas para poder alimentarlos, etc. En definitiva, esos grotescos supersimios que somos los seres humanos me resultan tan repulsivos como a Sirio.
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Re: Los perros en la literatura

Mensaje por Lazarus Long » Lun May 15, 2017 11:21 am

Jack London nos presenta las dos transformaciones que un perro puede tener: en "La llamada de la selva" ("Call of the Wild") el perro civilizado y cuidado, Buck, termina perfectamente adaptado a la naturaleza, de hecho vuelve a ser un lobo hecho y derecho. En cambio en "Colmillo Blanco" nos presenta la transformacion opuesta: el cachorro casi puro de lobo (75% mas o menos) se "civiliza" cuando lo llevan a vivir a los EEUU y se convierte en un perro plenamente integrado a la familia de humanos que lo rodean.-

Creo que realmente vale la pena leer los dos libros!

Saludos
Que San Huberto te bendiga, te ayude a apuntar bien y cuide de tus perros.
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Re: Los perros en la literatura

Mensaje por surarmado » Lun May 15, 2017 12:17 pm

Lazarus Long escribió:Jack London nos presenta las dos transformaciones que un perro puede tener: en "La llamada de la selva" ("Call of the Wild") el perro civilizado y cuidado, Buck, termina perfectamente adaptado a la naturaleza, de hecho vuelve a ser un lobo hecho y derecho. En cambio en "Colmillo Blanco" nos presenta la transformacion opuesta: el cachorro casi puro de lobo (75% mas o menos) se "civiliza" cuando lo llevan a vivir a los EEUU y se convierte en un perro plenamente integrado a la familia de humanos que lo rodean.-

Creo que realmente vale la pena leer los dos libros!

Saludos
También disfruto toda trama literaria que gire alrededor del perro.

Saludos
Raúl
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