Estos pagos de gauchos abrasilerados, son donde cayó el más gaucho entre los gauchos, el jefe revolucionario Blanco, Aparicio Saravia un 1 de setiembre de 1904 poniendo fin a las gestas revolucionarias entre los Orientales.
Yo estaba que iba y que no iba, eran 7 horas manejando firme y daba pereza. Pero hay algo que tira más que los chanchos y es la amistad, así que allá enfilé soñando con chanchos grandes. Unas 7 horas después, el pueblo de Masoller me recibió.
Paramos en una estancia muy grande que en sus buenas épocas supo pertenecer a un acaudalado hacendado brasilero. Hoy en día es arrendada por arroceros brasileros, justamente el arroz era lo que atraía los jabalíes desde las nacientes del río arapey. En esa misma estancia habían unas antiguas "casas" donde Aparicio pasó los días previos a la batalla. La casa donde supo quedars Saravia.
La arrocera se extendía a lo largo del monte y este subía en lenguas dentro de la misma. El lugar era ideal. El arroz estaba bastante volcado por lo que verlos no iba a ser difícil. Elegí una punta que estaba rodeada por una vieja manga de piedras, de la época en que no había alambrados y que todavía se ven bastante en el norte y noreste del país. Estas mangas imposibilitaban la entrada a los chanchos por lo que las partes sin piesdras eran como embudos para ellos.
Los bultos entraron tarde, eran cinco. El primero pareció grande pero entró rápido y se fué hacia arriba, me concentré en los otros cuatro. Eran parejos, podían ser chanchas medianas ó grandes que me estuvieran chasqueando y "escondiendo" al padrillo.
Pasé media hora mirándolas sin saber que hacer, se acercaban y el viento ya daba un poco por delante de ellas. En eso, el primer bulto vuelve a escena, de entrada pareció más grande, pero seguía sin estar seguro si era padrillo. Ya eran las 3 de la mañana y valía la pena arriesgar. Tiro y siento el bolzaso del 6,5x55.
Salió a la carrera hacia el monte como si nada. Dejamos pasar un rato con mi compañero (éramos dos equipos de dos) y salimos a buscar rastro. Luego de casi 100 metros siguiendo la sangre dimos con la presa.
Una chancha grande, la más grande que había visto en mi vida, andaría en los 100 kilos ó poco menos. Que pedazo de bicho, no la podíamos mover. Hubo que echar el resto y la sacamos como pudimos.
Al otro día..
El otro equipo tuvo mejor suerte y mató padrillo mediano..lo fuimos a buscar en mi camioneta.
Luego de un par de días de truco, guiso, siestas y esperas bajo la luna tuve que volver. Dos quedaron allá y ayer de noche me batieron el record de la chancha con una "porca preta" de aquellas....la segunda chancha...una mole!!!
Si así son las chanchas lo que serán los cojudos grandes...
Bueno, en estos mismos momentos que escribo esto, entró un mensaje de los dos que quedaron allá..."estamos arrimando uno..."
Bueno, nada más.
Abrazo y hasta la semana que viene. Tengo uno comiendo en un rastrojo de maíz que necesita que lo atiendan..
Y
impresionante...para sacarse el sombrero...felicitaciones
